El 26 de mayo la ciudadanía dio un mandato claro de configurar un gobierno de izquierdas en la ciudad de Barcelona. Los tres partidos progresistas (BComú, ERC y PSC) obtuvieron más de un 60% de los votos y una mayoría amplia de 28 regidores. A partir de estos resultados, BComú propuso a ERC y PSC un acuerdo transversal de las tres fuerzas con el doble objetivo de seguir desarrollando la agenda de cambio iniciada en 2015 y superar la política de bloques en clave nacional.
Ante los vetos cruzados entre ERC y PSC, el plenario de Barcelona en Comú decidió continuar dialogando con las dos fuerzas de izquierda y presentar la candidatura de Ada Colau a la investidura del próximo 15 de junio para garantizar los dos objetivos expresados: continuar con las políticas valientes y transformadoras ya iniciadas y superar la política de bloques.
Teniendo en cuenta esto, se han celebrado nuevas reuniones con ERC y PSC en las que se ha constatado que: el PSC está dispuesto a hacer a Ada Colau alcaldesa con un acuerdo de gobierno; en cambio, ERC ha ofrecido a BComú entrar en un gobierno con Ernest Maragall como alcalde. En ambos casos, el acuerdo de gobierno se firmaría después de la investidura, y su concreción sería nuevamente sometida a votación por las bases de la organización. En cualquier caso y hasta el último día, Barcelona en Comú continuará trabajando por un tripartito.