Comissió d'Organització

LA CULTURA ORGANIZATIVA DE BCOMÚ Y OTRAS CUESTIONES CRÍTICAS

Ya no acepto las cosas que no puedo cambiar. Estoy cambiando las cosas que no puedo aceptar. [atribuida a] Angela Davis, sf.

Hemos visto cómo entre 2014 y 2019 la comisión se dedicó sobre todo a la construcción de la estructura y dinámicas organizativas de Bcomú. Sin embargo, a medida que la organización se consolidaba, vamos percibiendo como ello no es suficiente y se hace necesario además poder generar una cultura organizativa coherente con la radicalidad democrática, la confluencia y el desborde.

En ese sentido, ya en enero de 2018 generamos un formato que después tendría bastante éxito y recorrido, el de las birres en comú, con la intención de poder tratar de una manera distendida temas de cierto calado, combinando la aportación de información experta, la formación en cuestiones básicas que contribuyan a evitar irracionalidades o manipulaciones, el facilitar las preguntas y opiniones del público, etc. En el fondo, el formato no deja de ser una “tertulia” de las de toda la vida, pero adaptada a Bcomú y su contexto. El primer tema que escogimos fue el análisis de datos electorales a partir de los resultados de las (entonces) recientes elecciones del 21D de 2017; y la ambición era poder ir acercando diversos temas con un fuerte componente organizativo al conjunto de activistas.

La comisión de organización también se implica en el Municilab, que se autodefine como “un espacio de encuentro municipalista de candidaturas, movimientos sociales y ciudadanía para compartir experiencias, reflexionar y profundizar en el debate sobre el papel de las ciudades en el mundo y las nuevas formas de hacer políticas de proximidad y transformación social” y cuyas segundas jornadas se celebraron el 26 y 27 octubre de 2018. En ellas la comisión de organización aportó dos actividades: ¿De qué hablamos cuando hablamos de redes? El poder en la red; y ¿Cómo hemos cambiado…, o no? Experiencias generacionales de activismo político.

Sin embargo, el gran momento de cambio entre la primera y la segunda etapa de la comisión de organización se vive a lo largo de 2019, y supone que la comisión deba re-inventarse para pasar de lo que había estado haciendo hasta entonces (proponer y facilitar procesos de deliberación vinculantes con influencia en toda la organización para intentar mejorar aspectos formales relacionados con su estructura y dinámicas) a una nueva etapa en la que se dedica a ofrecer herramientas a los espacios que voluntariamente estén interesados en ellas para mejorar su cultura y dinámicas organizativas.

Este cambio es fruto de diversos procesos que requerirían mucho más detenimiento; pero se puede ilustrar a partir del proyecto Pensar en Comú els reptes 2019-2023. Se trataba de poder realizar el balance organizativo del primer mandato institucional (2015-19) y plantear los retos y mejoras organizativas necesarios para el segundo mandato (2019-23). Para ello, la comisión de organización elabora un documento a partir de entrevistas con una muestra de espacios de la organización, que concluye con una propuesta de proceso de deliberación y decisión a desarrollar por el conjunto de la organización para identificar y acometer las mejoras necesarias. La comisión propuso presentar dicho documento en una Coordinadora General en julio de 2019, sin embargo no acaba tratándose hasta diciembre de 2019, siendo canalizados por otras vías los procesos de deliberación y decisión respecto a las cuestiones organizativas. (ver documentación anexa)

A partir de este cambio en su rol, desde finales de 2019, la comisión concentra una parte importante de sus energías en el Proyecto piloto de implementación de Decidim como mejora en la cultura y dinámicas organizativas de Bcomú. Un proyecto para “avanzar en la consolidación de una organización política para el siglo XXI, más abierta, transparente y permeable, que disponga de diferentes mecanismos de participación e incidencia política”. (espacio en línea con amplia información respecto al proyecto)

Por otro lado, no puedo dejar de apuntar cómo la comisión ha intentado trabajar a lo largo de estos 7 años algunos otros elementos críticos para la organización de los que señalábamos en el modelo conceptual que se incluía en el primer post.

Respecto a los objetivos de la organización, la comisión ha colaborado y participado activamente en los sucesivos planes estratégicos y de acción que se han elaborado. En ellos, a partir de las misiones establecidas en los documentos fundacionales y la Fase D, se marcan objetivos estratégicos para un cierto periodo, así como las acciones a realizar para conseguirlos y (en menor medida) procesos para su ejecución, seguimiento y evaluación. La comisión y sus representantes en Coordinadora también han defendido que dichos procesos de establecimiento de objetivos han de realizarse de forma radicalmente democrática, implicando al conjunto de activistas y espacios de la organización y han de traducirse en aspectos como la priorización y asignación de recursos, la comunicación interna, etc.

En esta línea, ha sido significativa también la participación activa de las personas que representan a la comisión en la Coordinadora General en temas que tienen que ver con dimensiones organizativas. Además de los ya mencionados, cabría señalar los Balances de funcionamiento y propuestas de mejora de la Coordinadora (ver documentación anexa); y las deliberaciones en Coordinadora respecto a los recursos (presupuestos y cierres de cuentas anuales, etc.).

Y estas han sido, de manera muy resumida, las principales acciones que a lo largo de los últimos 7 años ha desarrollado la comisión. A partir de los aprendizajes que nos ofrecen, en el siguiente post intentaré plantear algunas cuestiones que nos puedan ser útiles para encarar los retos que colectivamente tenemos por delante...

Fuente: Comisión de Organización y Comisión de Comunicación de Barcelona en Comú